Como ya tenemos la vigésimo tercera edición del Diccionario de la lengua española en nuestra manos, es buen momento para aprender a leerlo. Atentos:
CARACTERÍSTICAS DEL DICCIONARIO
El Diccionario de la lengua española es una obra corporativa de la Real Academia Española, con la
colaboración de las Academias hermanas, que pretende recoger el léxico general
de la lengua hablada en España y en los países hispánicos. Se dirige,
fundamentalmente, a hablantes cuya lengua materna es el español, quienes
encontrarán en él recursos suficientes para descifrar los mensajes que les
lleguen.
Al tratarse de un diccionario general de
lengua, no puede registrar todo el léxico del español, sino que,
por fuerza, debe contentarse con acoger una selección de nuestro código verbal.
Arcaísmos
El repertorio académico,
en tanto no se haya completado la redacción del Diccionario histórico, debe
seguir albergando una selección del léxico hispánico cronológicamente
desfasado, que permita al lector interpretar los textos clásicos de nuestra
lengua. Las voces y acepciones cuya vigencia actual, de acuerdo con la
documentación académica, no está probada, llevan una marca que las asigna a uno
de estos grupos: Pueden ser con la marca anticuado
o antiguo (abreviada
en «ant.»), cuando su última documentación no es posterior a 1500; con la marca
desusado («desus.»),
cuya última documentación es posterior a 1500, pero no a 1900; o con la arca poco usado («p. us.»),
todavía empleadas después de 1900, pero cuyo uso actual es difícil o imposible
de documentar; con la marca germanía
(«germ.»), correspondientes a los usos de este código socialmente
restringido, empleado durante el Siglo de Oro.
Dialectalismos españoles y voces de América y Filipinas
El Diccionario contiene una
amplia selección de las voces y acepciones de uso regional o provincial
español, así como de aquellas que corresponden a las distintas áreas y
países de habla hispánica, cada una de ellas con su correspondiente marca,
generalmente abreviada: And. (‘Andalucía’), Ar. (‘Aragón’), Cantb.
(‘Cantabria’), Jaén, León, Vall. (‘Valladolid’); Am. (‘América’),
Á. Andes (‘Área de los Andes’), NO Arg. (‘noroeste de la
Argentina’), Bol. (‘Bolivia’), Ven. (‘Venezuela’), etc.
Voces técnicas
El Diccionario da cabida a
aquellas voces y acepciones procedentes de los distintos campos del saber y de
las actividades profesionales cuyo empleo actual ha desbordado su ámbito de
origen y se ha extendido al uso, frecuente u ocasional, de la lengua común y
culta. Siempre que tal uso no se haya hecho general, las acepciones tienen una
marca que las individualiza: Acús. (‘acústica’), Estad. (‘estadística’),
Fil. (‘filosofía’), Quím. (‘química’), etc.
Símbolos y fórmulas
Al final de las acepciones
correspondientes a los elementos químicos, a las unidades de medida y a ciertos
compuestos, aparece, entre paréntesis y en letra cursiva, su correspondiente símbolo
o fórmula. P. ej.:
fósforo. (Del
lat. phosphŏrus, y este del gr. φω σφόρoς,
portador de luz). m. Elemento químico de núm. atóm. 15. [...] (Símb. P).
[...]
kilómetro. (De
kilo- y ‒́metro). m. Medida de
longitud, que equivale a 1000 metros. (Símb. km).
termia. (Del
gr. θερμόν, calor, y -ia). f. Fís. Unidad técnica de
calor equivalente a un millón de calorías. (Símb. th)
amoniaco o amoníaco.
(Del lat. ammoniăcum, y este del gr. ἀμμωνιακόν, de
Amón, Júpiter, en Libia). m. Quím. Gas incoloro, de olor irritante,
soluble en agua, compuesto de un átomo de nitrógeno y tres de hidrógeno. [...]
(Fórm. NH3). [...]
Voces o acepciones marcadas por otros motivos
Tanto en las voces generales como en las de
circulación geográficamente restringida se señala, en los casos pertinentes, su
pertenencia a una variedad de lengua o habla determinada, así como los
distintos matices con los que el hablante tiñe, ocasional o habitualmente, su
empleo. Hay, pues, marcas que corresponden a los distintos niveles de uso de
la lengua -«vulg.»
(‘nivel vulgar’), jerg.
(‘jergal’), infant. (‘infantil’), «cult.» (‘nivel
especialmente culto’)-, a los registros de habla -«coloq.»
(‘registro coloquial’)-, a la valoración del hecho
lingüístico
-«malson.» (‘voz malsonante’), «eufem.» (‘eufemismo’)–, a la intención
del hablante
-«despect.» (‘sentido despectivo’), «irón.» (‘sentido irónico’)...-,
etc.
Extranjerismos
Los extranjerismos cuya extensión de uso en
nuestra lengua así lo recomienda se van incorporando a la nomenclatura de este
Diccionario. Se registran en su forma original, con letra redonda negrita, si
su escritura o pronunciación se ajustan mínimamente a los usos del español, como
es el caso de club, réflex o airbag —pronunciados, generalmente,
como se escriben —; figuran en letra cursiva, por el contrario, cuando su
representación gráfica o su pronunciación son ajenas a las convenciones de
nuestra lengua, como es el caso de rock, pizza o blues
—pronunciado
generalmente este último como [blus]—.
Los
derivados españoles de palabras extranjeras, aunque estas presenten
dificultades gráficas o de pronunciación, se representan en letra redonda. P.
ej., pizzería, flaubertiano.
Latinismos
Siguiendo la tradición
académica, los latinismos empleados en español se recogen en letra redonda
negrita: ex cáthedra, relata réfero.
Siglas y acrónimos
Las siglas y acrónimos cuya
frecuencia de uso les ha dado un carácter gramatical definido -sustantivos
masculinos o femeninos, por ejemplo-, aparecen recogidos
como entradas normales (p. ej., radar), o en letras mayúsculas cuando,
por regla general, es necesario deletrearlos (ADN).
Marcas registradas
Las marcas registradas cuyo empleo como
sustantivos comunes así lo recomienda se recogen en el Diccionario haciendo
constar su condición de tales, de acuerdo con la legislación vigente, en el
paréntesis etimológico. Si alguna entrada correspondiente a una marca
registrada no presentara esta información, la empresa que la comercializa podrá
dirigirse a la Real Academia Española para solicitar el cambio oportuno en la
próxima edición del Diccionario.
Elementos compositivos, prefijos y sufijos
Se
incluyen en el Diccionario, por regla general, cuando manifiestan capacidad
productiva en la lengua actual. Aparecen en el lugar que les corresponde
alfabéticamente, pospuestos a los otros tipos de palabras cuando coinciden en
su forma. Así, a se sitúa antes que a-, y ario, ria antes
que -ario, ria.
Derivados y compuestos
Todas las voces derivadas de otras o formadas
mediante composición, sin tener en cuenta la posibilidad de que su significado
sea claramente deducible a partir de los elementos que las constituyen, pueden
entrar a formar parte del Diccionario. Así sucede con los adverbios terminados
en -mente, las voces que contienen los prefijos anti-, des-, etc.
Podrá objetarse que las posibilidades de formación de nuevas palabras mediante
estos procedimientos son prácticamente infinitas; pero lo cierto es que el uso
real, en España y en América, acepta solo algunos neologismos de este tipo,
mientras que rechaza otros. En este Diccionario solo aparecen aquellos términos
que, vista la documentación de su empleo real, el Pleno académico ha decidido
incluir. De igual modo, para registrar los adjetivos derivados, mediante
sufijos no siempre iguales, de nombres propios de persona (p. ej., cervantino,
valleinclanesco, borgiano, brechtiano...) se juzga suficiente el aval
académico a partir de la documentación escrita. La inclusión de los adjetivos
gentilicios (español, mexicano, limeño, asunceno...), por su parte, es
resultado de las propuestas formuladas por las distintas Academias, en los
ámbitos que a cada una le corresponden.
Aumentativos, diminutivos, despectivos y superlativos
El carácter original de tales
que presentan ciertas palabras se indica, por regla general, dentro del
paréntesis etimológico cuando el uso les ha dado nuevos valores semánticos. P.
ej.:
pilón2. (Del
aum. de pila2). m. Receptáculo de piedra que se construye
en las fuentes para que, cayendo el agua en él, sirva de abrevadero, de
lavadero o para otros usos. [...]
presilla. (Del
dim. de presa). f. Cordón pequeño con forma de anilla que se cose al
borde de una prenda para pasar por él un botón, un corchete, un broche, etc.
[...]
arrapiezo. (Del
despect. de arrapo). m. andrajo (║
pedazo o jirón de tela). [...]
Solo cuando un aumentativo o diminutivo de uso
actual sin valores significativos distintos a los de su raíz modifica esta para
constituirse, o no lo hace de acuerdo con las posibilidades más extendidas del
sistema –las que ofrecen los sufijos recogidos en el propio Diccionario–, se
registra en una entrada independiente. P. ej.:
bobalicón,
na. adj. aum. coloq. de bobo.
bestezuela. f.
dim. de bestia.
El mismo tratamiento se da a
los superlativos. En el caso de estos, dentro del adjetivo correspondiente al
grado positivo se incluye, además, información sobre la existencia de uno o
varios superlativos irregulares1 de uso actual -lo
que no excluye la existencia de otros regulares-
recogidos en el Diccionario. P. ej.:
bueno, na. (Del
lat. bonus). adj. Que tiene bondad en su género. [...] ¶ MORF. sups.
irregs. bonísimo, óptimo. [...]
No parece recomendable incluir esta misma
información en el caso de aumentativos, diminutivos o despectivos. Las posibilidades de variación de los
correspondientes sufijos, así como la gran capacidad expresiva de los términos
formados, hacen muy discutible todo inventario de esta posibilidad morfológica.
Participios
Su tratamiento lexicográfico
en este Diccionario es similar al de los superlativos. El carácter original de participio
que corresponde a ciertas palabras dotadas de otras posibilidades
significativas se indica, por regla general, en el paréntesis etimológico. P.
ej.:
destemplado,
da. (Del part. de destemplar). adj. Falto de temple o de mesura. ║ 2. Dicho
del tiempo: desapacible. ║ 3. Pint.
Dicho de un cuadro o de una pintura: Que tiene disconformidad de
tonos. [...]
Si se trata de una formación no regular y no
tiene otras acepciones distintas a las que corresponden al verbo, se incluye
como tal participio irregular en el lugar alfabético que le corresponde. P.
ej.:
previsto, ta.
part. irreg. de prever.
En la información morfológica
contenida en el verbo se recoge también esta forma irregular:
prever. (Del
lat. praevidēre). tr. Ver con anticipación. ║ 2. Conocer,
conjeturar por algunas señales o indicios lo que ha de suceder. ║ 3. Disponer
o preparar medios contra futuras contingencias. ¶ MORF. conjug. c. ver;
part. irreg. previsto.
Las acepciones de un participio que corresponden
exactamente a las del verbo de cuya conjugación forma parte, aunque tengan usos
adjetivos habituales, no aparecen recogidas en el Diccionario. Será frecuente,
pues, que no aparezcan en la nomenclatura de este entradas como, por ejemplo, descatalogado
o desclasificado; sus acepciones adjetivas («Un libro descatalogado»,
«Un documento desclasificado») deben buscarse entre las
correspondientes a los verbos descatalogar y desclasificar.
No sucede así con las acepciones que tienen uso
sustantivo, registradas como acepciones plenas o como notas de uso, tengan que
ver o no con las acepciones correspondientes del verbo. P. ej.:
ahogado1, da.
(Del part. de ahogar1). [...]
║ 3. m. y
f. Persona que muere por falta de respiración, especialmente en el agua. [...]
desterrado,
da. (Del part. de desterrar). adj. Que sufre pena de destierro. U.
t. c. s.
Entradas únicas o dobles correspondientes a adjetivos de dos
terminaciones
En la práctica lexicográfica
es asunto frecuente de discusión la manera de registrar, por separado o en un
solo artículo, sustantivos femeninos como, por ejemplo, armónica (‘instrumento
musical’), babosa (‘molusco gasterópodo’), cascada (‘caída desde
cierta altura del agua de un río’) o bioquímica (‘estudio de la
estructura y función de los seres vivos’), con respecto a adjetivos de dos
terminaciones como armónico, ca, baboso, sa, cascado, da o bioquímico,
ca. Este Diccionario adopta una solución que, en cada caso, supone aplicar
dos criterios sucesivos:
·
Un primer criterio etimológico, acorde con el concepto de diccionario
que se manifiesta en otros aspectos (por ejemplo, la separación de artículos
homónimos de orígenes distintos).
De acuerdo con ello, armónica debe ir en el mismo artículo que armónico,
ca, puesto que ambos proceden de la misma base latina, como también
le sucede, por ejemplo, a bueno, na o a turbio, bia. Idéntica
conclusión es aplicable al sustantivo femenino babosa, que debe figurar
en el mismo artículo que el adjetivo baboso, sa, ya que ambos comparten
su origen etimológico: el nombre baba. Para este último ejemplo, el
resultado será, de acuerdo con las normas de colocación de acepciones según su
categoría gramatical:
baboso,
sa. adj. Que echa muchas babas. U. t. c. s. [...] ║ 8. f.
Molusco gasterópodo pulmonado, terrestre, sin concha, que cuando se arrastra
deja como huella de su paso una abundante baba. [...]
Por el contrario, cascada no se podrá unir a cascado, da, puesto
que sus orígenes etimológicos son distintos:
cascada.
(Del it. cascata, caída). f. Caída desde cierta altura del agua
de un río u otra corriente por brusco desnivel del cauce. [...]
cascado,
da. (Del part. de cascar). adj. Dicho especialmente de las cosas
humanas: Que están gastadas o muy trabajadas, o que carecen de fuerza,
sonoridad, entonación, etc.
De modo paralelo, bioquímica debe tener un artículo independiente, ya
que su origen etimológico, el francés biochimie, no es compartido por el
adjetivo bioquímico, ca. Este, en español, deriva precisamente
del sustantivo femenino. El resultado en el Diccionario será:
bioquímica. (Del
fr. biochimie, y este der. de bio- y chimie, química). f.
Estudio químico de la estructura y de las funciones de los seres vivos.
bioquímico,
ca. (De bioquímica). adj. Perteneciente o relativo a la bioquímica
y a los fenómenos que estudia. ║ 2. m. y
f. Especialista en bioquímica.
·
Entre las entradas que etimológicamente deberían forzar la inclusión
del sustantivo femenino dentro del artículo correspondiente al adjetivo de dos
terminaciones, habrá casos en que, por motivos gramaticales, se imponga el
registro por separado. P. ej.:
tenienta.
f. Mil. Mujer con grado de teniente. ║ 2. coloq.
p. us. Mujer del teniente.
teniente.
(Del ant. part. act. de tener). adj. Que tiene o posee algo. ║ 2. Dicho
de la fruta: No madura. ║ 3. Dicho
de una legumbre: Mal cocida, dura. ║ 4. coloq.
Algo sordo, o tardo en el sentido del oído. ║ 5. p.
us. Miserable y escaso. Trifón es algo teniente. ║ 6. com.
Persona que ejerce el cargo o ministerio de otra, y es sustituta suya. Teniente
de alcalde. ║ 7. Mil.
Oficial de graduación inmediatamente superior al alférez e inferior al
capitán. [...]
Si se unieran los dos artículos, estaríamos afirmando la existencia
de un hipotético adjetivo *tenienta. Lo mismo sucede en casos como rapaz/rapaz,
za; gigante/gigante, ta, etc.
En los casos en que los dos artículos aparecen
unidos, y siempre que entre el lugar donde debería figurar la entrada
correspondiente al sustantivo femenino y la posición que esta ocupa realmente,
junto con el resto de las acepciones correspondientes al adjetivo, haya otros
artículos interpuestos, se ha incluido un envío encabezado por la
abreviatura «V.» (‘véase’), para evitar que el lector pueda no encontrar lo que
busca. P. ej.:
babosa. f. V.
baboso.
babosada. [...]
babosear. [...]
baboseo. [...]
babosería. [...]
babosilla. [...]
baboso, sa. adj.
Que echa muchas babas. U. t. c. s. [...]║ 8. f.
Molusco gasterópodo pulmonado, terrestre, sin concha, que cuando se arrastra
deja como huella de su paso una abundante baba. [...]
Artículos correspondientes a sustantivos
·
Se presentan unidos en un mismo artículo cuando comienzan por acepción
referida a persona que lleva la marca «m. y f.». P. ej.:
aprendiz,
za. m. y f. Persona que aprende algún arte u oficio. ║ 2. Persona
que, a efectos laborales, se halla en el primer grado de una profesión manual,
antes de pasar a oficial.
·
Aparecen separados, por el contrario, si corresponden a objetos (p.
ej., jarro-jarra).
·
No se unen tampoco los nombres de animales, por razones morfológicas
(muchos de ellos son epicenos) o etimológicas (cerdo, por ejemplo,
deriva de cerda).
También existen envíos en los artículos
encabezados por acepciones sustantivas de masculino y femenino («m. y f.») que
tienen acepciones femeninas no referidas a persona2, siempre que entre el
lugar que deberían ocupar estas y el lema con moción haya artículos
interpuestos. P. ej.:
tintorera.
f. V. tintorero.
tintorería.
[...]
tintorero,
ra. (De tinturar). m. y f. Persona que tiene por oficio teñir o dar
tintes. ║ 2. f.
Tiburón muy semejante al cazón, frecuente en las costas del sur de España y en
las de Marruecos, que alcanza de tres a cuatro metros de longitud y que tiene
dientes triangulares y cortantes, de los cuales los de la mandíbula superior
son más anchos y su punta está dirigida hacia atrás. [...]
Idéntico sistema se sigue en otros casos donde también podría existir riesgo de
extravío en la consulta alfabética, es decir, en los artículos correspondientes
a prefijos, sufijos y elementos compositivos. P. ej.:
-ezuelo,
la. suf. V. -uelo.
[...]
-uelo,
la. (Del lat. -ŏlus). suf. Tiene valor diminutivo. Arroyuelo,
locuelo, bellacuelo. A veces, toma las formas -ecezuelo, -ezuelo,
-zuelo. Piecezuelo, pecezuelo, jovenzuelo. [...]