martes, 13 de febrero de 2018

LOPE LO DICE CASI MEJOR QUE TODOS

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo, 
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Y JULIO LLAMAZARES REFLEXIONA EN EL MISMO PERIÓDICO

Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Parlamento ha utilizado la palabra portavoza para hacer visibles a las mujeres. Y el escritor Julio Llamazares escribe sobre esto. Y nosotros lo leemos:

El tocino y la velocidad
Hay campos donde la confusión se da con mayor insistencia y uno de ellos es el de la feminización del idioma alentado por muchas mujeres

Cuando yo era niño (soy muy mayor) se usaba mucho una expresión para definir la confusión de ideas, conceptos o simples formulaciones verbales: confundir la velocidad con el tocino. Hoy, como esa confusión es constante y habitual, ya no se utiliza, lo que no quiere decir que la superposición entre velocidad y tocino haya dejado de existir.

Hay campos donde la confusión se da con mayor insistencia y uno de ellos, al socaire de la lucha por la igualdad real entre sexos, es el de la feminización del idioma alentado por muchas mujeres no siempre con acierto pese a lo que crean. Cada poco una salida de tono sirve para ponerlo en evidencia, incluso es utilizada en su contra consiguiendo de esa manera lo contrario de lo que pretenden. La última de esas salidas de tono ha sido la protagonizada por la portavoz de Unidos Podemos en el Parlamento español Irene Montero al referirse a sí misma como portavoza —cuando en su propio perfil de Twitter se presenta como "portavoz"— como antes una ministra habló de miembros y miembras y otra parlamentaria de jóvenas. Está bien que luchen por la igualdad entre hombres y mujeres, pero no a costa de retorcer el lenguaje, que no tiene ninguna culpa de su discriminación. En todo caso, la trasluce, por lo que, retorciéndolo simplemente, la desigualdad no va a dejar de existir.

Como suele ocurrir con este tema, la polémica ha saltado desde el primer momento. Las redes sociales se han incendiado y todo el mundo ha comenzado a opinar sin reparar muchos de los que lo hacen, para qué, en que se trata de una cuestión de lengua, no visceral y mucho menos de ideología. Por decir portavoza o conserja no se es más feminista, de la misma manera que por decir miembro o joven, ya sea referido a un chico o a una chica, uno no es machista. Pero parece que mucha gente lo cree así, principalmente determinadas mujeres a las que su obcecación las lleva a creer que todos los hombres lo somos por definición, por lo que cualquier objeción a sus argumentos la toman como una agresión. Incluso cuando la objeción, como en este caso, es de sentido común, pues se trata de señalar una incorreción lingüística, no de otra cosa: si ya es difícil feminizar la palabra miembro, que es común en cuanto al género (el masculino o el femenino lo determina el artículo, no la palabra) mucho más lo será hacerlo con portavoz, cuyo segundo lexema, voz, es ya femenino por género (¿el masculino podría ser vozo?).


Siempre que entro en este jardín, ya sea por voluntad propia como ahora o porque alguien me pide mi opinión, recuerdo lo que decía Martin Luther King, el gran luchador por los derechos de los afroamericanos en su país y en el mundo: el peor racista es aquél que me da la razón cuando no la tengo, pues lo hace porque soy negro.

LEYENDO EL PAÍS SE NOS CUENTA QUE...

Montero defiende decir “portavoza” para dar visibilidad a las mujeres

La ‘número dos’ del PSOE respalda a la portavoz de Unidos Podemos en el Congreso

Irene Montero ha reivindicado este jueves el uso del término “portavoza” que empleó el martes como una forma de dar mayor “visibilidad” a las mujeres en su lucha por la igualdad de derechos con los hombres. “Ya son demasiados los siglos en los que el lenguaje se utiliza como instrumento para perpetuar el machismo en las sociedades. La mayoría de idiomas usan el masculino para referirse a la otra mitad de la población”, ha justificado. Encontró el respaldo de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra: “Yo a mi portavoza [Margarita Robles] la llamo portavoza”.

La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso ha defendido que “a veces desdoblando el lenguaje, aunque no suene muy correcto, se puede avanzar en la igualdad”. Su razonamiento se produjo después de que el ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ironizara por el lenguaje empleado por la dirigente de Podemos. “Vamos a mejorar mucho el sistema educativo en España”, afirmó.

Montero ha replicado al ministro de Educación con que “debería tomar ejemplo de Unidas Podemos, del conjunto del movimiento feminista y del conjunto de la ciudadanía y saber que, aunque suena extraño y, a veces, pesado, apuestan por defender la igualdad y no a una sociedad que invisibiliza a las mujeres”. “Me parece bien, lo aplaudo y lo defiendo igual que no me pareció mal la expresión ‘miembros y miembras”, ha insistido por su parte Lastra en alusión a la fórmula que en 2008 popularizó la entonces ministra de Igualdad, Bibiana Aído.

La Real Academia de la Lengua (RAE) no reconoce el término “portavoza” y considera que el sustantivo “portavoz” es común en cuanto al género. Esto es, que coinciden su forma de masculino y de femenino. “No es un ejemplo de igualdad”, ha aseverado la portavoz parlamentaria de Unidos Podemos, muy crítica con la RAE. La diputada ha puesto como ejemplo que la palabra “fácil” mantenga entre sus definiciones la siguiente: “Dicho especialmente de una mujer. Que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales”. “La RAE tiene mucho que aprender. Es una institución compuesta principalmente por hombres y que cuando se quiso incluir a mujeres, desde principios de siglo, se decía que no es sitio para mujeres porque los que entienden de letras son los hombres”, ha sentenciado.


La polémica se produce en plena efervescencia del movimiento feminista en un país donde la Ley de Igualdad de 2007 no suele respetarse. España lleva, por ejemplo, más de tres años ignorando las recomendaciones de la Unión Europea para lograr la igualdad salarial. Los partidos prevén que 2018 será un año decisivo hacia la paridad salarial, pero queda mucho camino por recorrer. No obstante, la preocupación por la violencia de género se ha triplicado según el último barómetro del CIS, pasando del 1,8% al 4,6% pero aun así a muchísima distancia de la preocupación principal, el paro (65,8%). En 2017 hubo 49 mujeres asesinadas por violencia machista, cinco más que el año anterior.