jueves, 14 de diciembre de 2017

VERSOS DE SEIS SÍLABAS

Al grupo poético Cántico pertenece el poeta Pablo García Baena, que compuso esta Ensaladilla de Navidad
La ñora y la aceña,
madroños, la braña,
lueñes los rebaños,
añil la montaña,
armiños que añudan
piñas y castaña.
El gañán ordeña.
Gruñe y acompaña
al puño mañoso
la pezuña huraña.
La campiña tañe
zampoñas de caña.
Retoña la viña.
Pequeña, la araña
su pañuelo-enseña
ciñe a la espadaña.
La dueña, en escaño,
corpiños de laña,
el paño teñido
con alheña extraña,
hiñe en los barreños,
piñatas apaña,
cañutos aliña,
gañotes rebaña.
Bruñen ruiseñores
mañanas que empaña
la leña, gañidos,
cañada y cabaña.
Plañen añafiles:
—Señora y Compaña...
El Niño soñando
la ñorba.          
             Y España.


















Ñora: pimiento. Aceña: acequia. Braña: pasto. Lueñe: lejos. Zampoña: flauta. Armiño: mamífero de piel blanca. Alheña: arbusto, flor. Heñir: sobar con los puños. Gañido: aullido de perro. Añafil: trompeta.Ñorba: flor.


miércoles, 13 de diciembre de 2017

Un villancico para estos días

              


               Aquellas composiciones que cantaban los villanos, eran poemas populares, que se transmitían de boca en boca, o mejor dicho: de voz en voz, pues eran para ser cantados. Siempre eran textos profanos, pero se asociaron al nacimiento del niño Dios. Constan de un estribillo, una estrofa de mudanza, y un verso de vuelta.

               Jugando con versos de cuatro y ocho sílabas (y algunos irregulares de cinco)y rima asonante en los versos pares,  Luis de Góngora y Argote escribe este villancico Al nacimiento de Cristo Nuestro Señor. Con él os queremos felicitar la navidad.

¿Quién oyó?
¿Quién oyó?
¿Quién ha visto lo que yo?

Yacía la noche cuando
las doce a mis ojos dio                                                 5
el reloj de las estrellas
que es el más cierto reloj;

yacía, digo, la noche,
y en el silencio mayor,
una voz dieron los cielos,                                             10

Amor divino,
que era luz aunque era voz,
divino Amor.

¿Quién oyó?
¿Quién oyó?                                                                     15
¿Quién ha visto lo que yo?   

Ruiseñor no era del alba
dulce hijo el que se oyó;
viste alas, mas no viste
bulto humano el ruiseñor.                                               20

De varios, pues, instrumentos,
el confuse acorde son,
gloria dando a las alturas,

Amor divino,
paz a la tierra anunció,                                                    25
divino Amor.

¿Quién oyó?
¿Quién oyó?
¿Quién ha visto lo que yo?  

Levantéme a la armonía,                                              30
y cayendo al esplendor,
o todo me negó a mí
o todo me negué yo.

Tiranizó mis sentidos
el soberano cantor,                                                        35
el que ni ave ni hombre,

Amor divino,
era mucho de los dos,
divino Amor.

¿Quién oyó?                                                                      40
¿Quién oyó?
¿Quién ha visto lo que yo?   

Restituidas las cosas
que el éxtasis me escondió,
a blando céfiro hice                                                        45
de mis ovejas pastor.

Dejélas, y en vez de nieve,
pisando una y otra flor,
llegué donde al heno vi,

Amor divino,                                                                      50
peinarle rayos al Sol,
divino Amor.

¿Quién oyó?
¿Quién oyó?
¿Quién ha visto lo que yo?                                             55   

Humilde en llegando até
al pesebre la razón,
que me valió nueva luz,
topo ayer y lince hoy.

Oí balar al cordero,                                                         60
que bramó un tiempo león;
y vi llorar niño ahora,

Amor divino,
al que he sido siempre Dios,
divino Amor.                                                                      65

¿Quién oyó?
¿Quién oyó?
¿Quién ha visto lo que yo?