Aquellas composiciones que
cantaban los villanos, eran poemas populares, que se transmitían de boca en
boca, o mejor dicho: de voz en voz, pues eran para ser cantados. Siempre eran
textos profanos, pero se asociaron al nacimiento del niño Dios. Constan de un
estribillo, una estrofa de mudanza, y un verso de vuelta.
Jugando con versos de cuatro y
ocho sílabas (y algunos irregulares de cinco)y rima asonante en los versos
pares, Luis de Góngora y Argote escribe este villancico Al
nacimiento de Cristo Nuestro Señor. Con él os queremos felicitar la
navidad.
¿Quién
oyó?
¿Quién
oyó?
¿Quién
ha visto lo que yo?
Yacía
la noche cuando
las
doce a mis ojos dio 5
el
reloj de las estrellas
que
es el más cierto reloj;
yacía,
digo, la noche,
y en
el silencio mayor,
una
voz dieron los cielos, 10
Amor
divino,
que
era luz aunque era voz,
divino
Amor.
¿Quién
oyó?
¿Quién
oyó? 15
¿Quién
ha visto lo que yo?
Ruiseñor
no era del alba
dulce
hijo el que se oyó;
viste
alas, mas no viste
bulto
humano el ruiseñor. 20
De
varios, pues, instrumentos,
el
confuse acorde son,
gloria
dando a las alturas,
Amor
divino,
paz
a la tierra anunció, 25
divino
Amor.
¿Quién
oyó?
¿Quién
oyó?
¿Quién
ha visto lo que yo?
Levantéme
a la armonía, 30
y
cayendo al esplendor,
o
todo me negó a mí
o
todo me negué yo.
Tiranizó
mis sentidos
el soberano
cantor, 35
el
que ni ave ni hombre,
Amor
divino,
era
mucho de los dos,
divino
Amor.
¿Quién
oyó? 40
¿Quién
oyó?
¿Quién
ha visto lo que yo?
Restituidas
las cosas
que
el éxtasis me escondió,
a
blando céfiro hice 45
de
mis ovejas pastor.
Dejélas,
y en vez de nieve,
pisando
una y otra flor,
llegué
donde al heno vi,
Amor
divino, 50
peinarle
rayos al Sol,
divino
Amor.
¿Quién
oyó?
¿Quién
oyó?
¿Quién
ha visto lo que yo? 55
Humilde
en llegando até
al
pesebre la razón,
que
me valió nueva luz,
topo
ayer y lince hoy.
Oí
balar al cordero, 60
que
bramó un tiempo león;
y vi
llorar niño ahora,
Amor
divino,
al
que he sido siempre Dios,
divino
Amor. 65
¿Quién
oyó?
¿Quién
oyó?
¿Quién
ha visto lo que yo?
|