José Luis Romo escribe en El Mundo sobre la obra que podemos ver en el Teatro
Español (C/ Príncipe, 25), del 19 al
29 de abril. Es un montaje de La Zaranda y se llama Ahora todo es noche. Leamos:
Con cuatro décadas de trayectoria, La Zaranda es una de las formaciones más veneradas y
interesantes de nuestra escena, aunque quizás el gran público no esté
familiarizado con ella. Ganadora del Premio Nacional de Teatro en 2010 e invitada habitual a la Bienal de
Venecia, el crédito de esta compañía
comandada por el director Paco de la Zaranda y el dramaturgo y poeta Eusebio Calonge se basa en su insobornable ética. A través
de los años, ha sabido mantenerse fiel a un personalísimo lenguaje escénico que
bebe del esperpento y lo grotesco y que no deja indiferentes a los
espectadores. Basta echar un vistazo al Twitter de Calonge, plagado de interesantes sentencias, para darse
cuenta de que éste es un grupo ajeno a cualquier moda o tendencia. «Hay que
confrontar todos los postulados estéticos trazados a priori, aceptar que la
obra siempre está en lo que desconocemos», escribe Calonge en la red social.
La Zaranda vuelve al Teatro Español, donde la temporada pasada ya mostró la estupenda La extinta poética, junto a la compañía aragonesa Nueve de
Nueve, para estrenar Ahora todo es noche. Este título de resonancias casi
apocalípticas es una coproducción entre esta compañía y el Teatre
Romea de Barcelona, que comenzó su
andadura en el Teatro Principal de Zaragoza el pasado mes de enero con entusiastas críticas.
La pieza es una parábola que habla de los mendigos de nuestra sociedad,
esas personas con las que nos cruzamos cada día en las calles y plazas de las
ciudades pero que en muchas ocasiones preferimos no ver. Gente que vive entre
nosotros pero sobre la que intentamos trazar una línea que nos separe: recibir
un salario.
«Se volvieron invisibles, tan acostumbrados ya estamos a verlos,
dormitando en los vestíbulos de las estaciones y aeropuertos, revolviendo en
los contenedores de basura, haciendo cola en los comedores benéficos... Los
vemos tan lejanos y apenas la cantidad de una mensualidad nos separa de ellos.
Los arrojados por la borda de sus destinos, los náufragos en la oscuridad de un
mundo hostil. A veces en silencio cruzan nuestra consciencia, aunque los
evitamos como el beso del leproso, porque su pobreza nos interpela. ¿Quién cree
que tiene algo para siempre? [...] ¿Quien no ha mendigado algo alguna vez?», se
pregunta el director Paco de la Zaranda.
El montaje, que navega
entre el humor descarnado y la denuncia, cuenta con la interpretación del
propio director, Francisco Sánchez, así como de Gaspar Campuzano y Enrique
Bustos. Ellos son los únicos intérpretes que han permanecido inamovibles en los
14 montajes que lleva a sus espaldas esta compañía que nació como «Teatro
inestable de la baja Andalucía» y que, ahora, prefiere definirse como «teatro
inestable de ninguna parte».