También leemos en El País la reacción de la comunidad educativa catalana ante la noticia anterior:
Padres, maestros y sindicatos
rechazan el cambio de modelo lingüístico
Las entidades lamentan que se haga un uso político de la
lengua
Docentes,
asociaciones de padres y madres de familia, agrupaciones pedagógicas y sindicatos
expresaron ayer su rechazo a la decisión del Gobierno de modificar el sistema
de inmersión lingüística en catalán para aumentar la presencia del castellano
en el aulas. “Rechazamos el intento de segregación de los menores por motivos
lingüísticos”, dicen desde la plataforma Som
Escola, que agrupa a más de medio centenar de entidades de diferentes
tendencias. Todos coinciden en ver un trasfondo
de guerra política entre el PP y Ciudadanos en la medida.
“La escuela
catalana y su modelo de integración lingüística ha hecho un gran esfuerzo en
las últimas décadas para acoger, desde una perspectiva inclusiva, niños y
jóvenes venidos de diferentes culturas del mundo”, explica el comunicado de Som Escola. Sus representantes se
reunieron ayer con el presidente del Parlament,
Roger Torrent, para expresar su
preocupación por los planes del Gobierno. “Podemos constatar que la
inmersión lingüística ha sido un factor importante para permitir la cohesión
social desde una perspectiva intercultural y que esta ha de seguir siendo uno
de los puntales del modelo educativo catalán”, agrega la plataforma, en la que
están entidades de diferentes sensibilidades, como la independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC), la Fundación Pere Tarrès o el Colegio
de Pedagogos de Cataluña.
La mayor
preocupación, compartida por diferentes entidades y colectivos, es que la
decisión del Ejecutivo conlleve la separación de los alumnos en función de la
lengua, algo que tanto el Estatut como la ley de Educación de Cataluña prohíben
explícitamente. “Los alumnos tienen derecho a no ser separados en centros ni en
grupos de clase distintos por razón de su lengua habitual”, establece el
artículo 35 de la ley autonómica. “No permitiremos que eso pase”, alertó el
portavoz de Educación de CCOO de
Cataluña, Manel Pulido.
Ustec, el sindicato mayoritario en primaria y
partidario de una consulta sobre la independencia de Cataluña, cree que sacar
adelante ese plan es “atravesar una línea roja cuyas consecuencias no puede
imaginar el propio Gobierno”, explicó su portavoz Ramon Font. “El modelo lingüístico es fruto de un amplio consenso
social que va más allá del independentismo y que ha sido exitoso logrando que
los estudiantes catalanes tengan buenos resultados en ambas lenguas”, dice Font. La quincena
de decisiones judiciales que han concedido a los alumnos más clases
en castellano, usualmente matemáticas, ha supuesto que todos los compañeros
también las dieran. Los padres que defienden la inmersión creen que eso choca
con su derecho a recibir educación en catalán.
Cohesión social: “Seguiremos
defendiendo un modelo de éxito que ha contribuido decisivamente a la cohesión
social”, insistió ayer la Confederación
Cristiana de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, que se limita a
las escuelas concertadas religiosas. Una posición similar defienden desde la Federación de Asociaciones de Padres y
Madres de Cataluña (FAPAC). “Es
un modelo que funciona, que permite que los alumnos catalanes tengan resultados
en castellano similares a los de otras comunidades autónomas. Lamentamos que se
utilice de nuevo políticamente la lengua”, dijo Belén Tascón, la presidenta de FAPAC.
La Asociación de Maestros Rosa Sensat,
creada en 1965 en la clandestinidad y que lleva el nombre de una de las
precursoras de las nuevas tendencias pedagógicas en Cataluña a principios del
siglo XX, denunció en un comunicado que la reforma del sistema de la inmersión
lingüística “afectaría al tronco del sistema educativo” y además “supondría
saltarse la ley”. Una posición similar han expresado desde la Federación de Movimientos de Renovación
Pedagógica de Cataluña.
Xavier Corbera, el portavoz de Som Escola y regidor de ERC,
explicó ayer en una entrevista a TV-3
que el mundo educativo se plantea movilizaciones si los planes del Gobierno
siguen adelante. “Si se cargan el sistema educativo catalán, daremos la
respuesta más contundente posible”. Font,
por su parte, recordó la respuesta de la comunidad educativa de Baleares al
decreto de trilingüismo, que el Gobierno del PP se vio obligado a retirar en
2013.