Lola Galán es la Defensora del lector de El País. Escribe, como muchas veces,
sobre los anglIcismos. Y otras cosas. Leamos:
El ‘enemigo’ inglés
¿Hay razones para escribir ‘hat-trick’ o ‘design’?
La pareja más famosa de Podemos y su futura descendencia
Saber latín le
permitió a la periodista italiana Giovanna
Chirri firmar una noticia histórica el 11 de febrero de 2013: la de la
dimisión de Benedicto XVI, que el
Papa anunció en la lengua oficial de la Santa Sede.
El caso es
excepcional porque, obviamente, no es el latín, sino el inglés, el idioma de la
comunicación. La lengua a la que los periodistas debemos recurrir
continuamente, y de la que tomamos palabras, para desesperación de algunos
lectores. No es la primera vez que abordo este tema, porque las quejas son
constantes. Una de las últimas la expresa desde Quito un lector, Mauricio Sevilla, molesto porque los
redactores de Deportes recurran con frecuencia al término hat-trick. “Les cuento que en español es triplete o tripleta”, escribe. “¿Cómo ustedes en la mismísima España, madre y
padre del español, van y usan la odiosa palabreja hat-trick?”.
David Álvarez, redactor jefe de Deportes, explica: “Pese a que se trata
de una voz inglesa, el uso de hat-trick se ha
extendido tanto que empieza a resultar poco natural encontrarse con triplete en
su lugar, aunque seguimos utilizándolo. Además, la expresión inglesa tiene un
significado único (tres goles anotados por un mismo jugador), mientras que
triplete se usa también para referirse, por ejemplo, a la acumulación de tres
títulos”.
El significado
de las palabras depende también del contexto en que se usen, y no creo que tripleta o triplete (término que aconseja Fundéu
en lugar de hat-trick),aplicado a una hazaña
goleadora, plantee problemas de comprensión. Si resulta “poco natural” es
porque lo usamos poco.
Alfonso Caparrós, lector que escribe desde Málaga, le reprocha a EL PAÍS no ser capaz de defender su
lema de “periódico global en español”. “El último acto de incoherencia con el
idioma es llamar Design (¿por qué no Diseño?) a la nueva revista de Icon (¿por qué
no Icono?). Pero también Prisa Brand Solutions, Shopping, etcétera,
y uno se pregunta si algún día el periódico acabará llamándose The Country”.
Óscar Becerra, director gerente de Prisa
Revistas, me ofrece la siguiente explicación: “Icon es una revista creada en 2011 en
Italia por la editorial Mondadori y
que cuenta con varias ediciones en el mundo, entre otras la española o la
australiana. EL PAÍS la edita en
España desde 2013 bajo licencia de Mondadori.
Se trata, por tanto, de una marca internacional que quiere mantener una unidad
de imagen y de expresión en todo el planeta, y por esa razón no se traduce a
cada idioma. Apple no se llama “manzana” en España ni pomme en
Francia”. Icon Design opera bajo el mismo esquema.
“Adicionalmente”, añade Becerra, “design significa también (octava
acepción en el diccionario Merriam-Webster),
‘el arte creativo de ejecutar diseños estéticos y funcionales’, que no recoge
el diccionario de la RAE. Icon Design habla
de las personas que practican este arte”.
A las quejas
por el uso de palabras en inglés se suma esta semana una pequeña polémica en
torno al sustantivo paternidad que
figuraba en un artículo publicado el 2 de abril bajo el título La paternidad de Pablo Iglesias e Irene Montero pone a prueba el
liderazgo de Podemos.
“La paternidad es, según la RAE, ‘cualidad de padre”, escribe un
lector, David Sandoval, “a pesar de
lo cual la autora del artículo insiste en utilizar dicho término como una
cuestión genérica donde dicha cualidad es de ambos (en el título y en diversos
momentos del texto) en lugar de diferenciar entre la maternidad y la
paternidad”.
Elsa García de Blas, que firma el texto, justifica así su elección:
“Necesitaba un sustantivo que explicara que ambos van a ser padres, tanto para
el titular como para usar como sinónimo de padres. Y no se me ocurrió otra
forma de escribirlo. En conclusión: creo que paternidad conjunta de Iglesias y Montero’ es la mejor solución,
porque un texto periodístico requiere economía de lenguaje y precisión, por la
falta de alternativas, y porque es una fórmula que se utiliza como recoge la Fundéu”.
El Diccionario del Español Actual de Manuel Seco admite el término paternidad referido a la pareja. Pero,
aunque sea correcto, y esté justificado en el titular, en el texto se podría haber
distinguido entre la futura maternidad de Montero
y la paternidad futura de Iglesias.